HISTORIA DE UN LETRERO

El contenido social de este cortometraje mexicano seleccionado en línea por los organizadores del Festival de Cannes me obliga a recomendarlo. Lo vi en el canal cultural de México (CONACULTA), antes que fuera seleccionado y me gustó. Sale de la temática que gusto, sale de la melancolía y la oscuridad para entregarnos un mensaje bonito. ¿Cursi? Tal vez. Pero no deja de ser bueno y merece ser visto. Nos merecemos historias como estas...

http://youtube.com/watch?v=L9eUBVpL0ZU

FELICIDAD

En la playa de esta ciudad y puerto, en la preciosa palapa de una amiga (vino en mano, tarde en los ojos), reflexioné sobre las palabras de Nikos Kazantzakis: Qué sencilla es la felicidad, una copa de vino, una castaña asada y el sonido del mar"

MIS TUMBAS PREFERIDAS

La de George Sand (1804-1876), cubierta de hojas muertas.

La de Jim Morrison (1943-1971), cubierta de grafittis.

La de Julio Verne (1828-1905), con él mismo, resucitando.

EL DRAGÓN GIGANTE DESPIERTA...

Dijo cierta vez Alvin Toffler que, de visita en Hong Kong, pasaba por un sitio en cuya acera se arremolinaba una multitud de jovenes y, curioso, cuando se acercó pensando que era una disco, se llevó una sorpresa al percatarse que era una librería.

El prospectivista entró y dambuló por los estantes dónde todos leían, miraban, comparaban y compraban libros llegados de todo el mundo. Pensó entonces que, sobre estas bases, parte del futuro de occidente será arrebatado por los chinos ya que están ávidos de conocer, mientras que occidente se duerme en la inopia, el sexo fácil y la codicia capitalista. No creo que la cosa sea así de fácil y así de simple, pero da qué pensar.

No sólo el dragón ha despertado... ¡echó a volar!

CAFÉ Y CIGARRILLOS

De Jim Jarmusch he visto varias pelis que están entre mis preferidas, sobre todo Bajo el peso de la ley (1986), Una Noche en la Tierra (1991) y Ghost Dog, El Camino del Samurai (1999), pero la que tengo como la más entrañable es la colección de cortometrajes Café y Cigarrillos (2003), por razones obvias, un adicto a la cafeína como yo sólo puede regocijarse ante la cantidad de anécdotas aparentemente triviales que diversos personajes medio enloquecidos, neuróticos, temblorosos, agresivos, cínicos, por la cafeína y el tabaco se ponen a decirse: Roberto Benigni y Steven Wright; Joie y Cinqué Lee con Steve Buscemi; Iggy Pop y Tom Waits; Joe Rigano y Vinny Vella con Vinny Vella Jr.; Renée French con E. J. Rodriguez; Alex Descas con Isaach de Bankolé; Cate Blanchett y Cate Blanchett como su prima; Jack White y su hermana Meg (los de White Stripes); Alfred Molina y Steve Coogan como ¿primos?; con una llamada de Spike Jonze (a quien nunca escuchamos); los raperos GZA y RZA con Bill Murray como mesero y Taylor Mead y Bill Rice bebiendo café como champaña; Rockeros, actores, hijos de actores, gemelos... todos tienen cabida en esta fábula de encuentros y desencuentros. Autoparódicos, cínicos, ególatras... ¿qué más se puede pedir? La miré en la versión original, luego sin sonido (con subtítulos) y gracias a esta artimaña uno puede darse cuenta de lo absurdo de la ¿trama?... Parece que Jimmy nos ha espiado en alguna de esas conversaciones en las cuales arreglamos el mundo y nunca dijimos nada, en realidad...

LA "CHICA DE AL LADO"

Era esa la frase que Hugh Hefner (claro, el editor de Playboy) usó para "extraer esa fantasía maravillosa de exhibicionismo de las mujeres que podían ser amas de casa o vecinas" y que ni nos imaginábamos que tenían un cuerpo digno de acariciarse en el papel (ya que de otra manera, muy difícil). Pero, también, la apunto porque...

Con eso de la moda exhibicionista de las chicas de hoy que usan la tecnología para encuerarse, de plano, un escritor puede imaginar un sin número de tramas (mi novela Labelum trata, en parte, el fenómeno) pero... ¿qué sucede cuando tus hermanos menores se pasan las horas mirando las fotos que sus amigos les han enviado via teléfono móvil? ¿qué cuando la curiosidad te lleva a mirar y descubres que es una linda chica, de unos 20 años, a la que fotografió su novio, completamente desnuda, en poses francamente pornográficas -y fumando desafiante ante la cámara- y luego envió a medio mundo y ese medio mundo re envío al resto, a la otra mitad? ¿qué cuando te dicen que vive en la misma ciudad que tú? ¿y.... si de repente te vas al carnaval para sentirte parte del resto de los mortales, ebrios, semi desnudos, agresivos, sudorosos, y queriendo trepar a los carros alegóricos para alcanzar a las table dancers que las cervecerías han contratado para bailar sonrientes y volteas y te dicen que, ahí, a un metro, está la niña de las fotos? Bueno... pues eso: te quedas con un palmo de narices cuando le miras con un bebé en un carrito porque el idiota del barrio fue el único que se atrevió a casarse con ella después de la fama que adquirió y no queda más que reírte... Todo esto es cierto.

¡Ah, y la niña luce muy bien... vestida!

HACIA EL MUNDO INVERNADERO

No es más que alusión a ese libro de Carl Sagan sobre los efectos de la guerra nuclear en el planeta, pero es que como ayer hizo un calor de 45 en la ciudad (y similar en el país), y el martes pasado se me ocurrió que las asistentes a mi círculo de lectura escucharan la poesía del místico persa del Siglo XIII, Jalaludin Rumi (en la versión de Elisa Ramírez para la colección Cien del Mundo de CONACULTA, editorial del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, lo que quiere decir que, como en toda traducción, es lo mismo y otro y significó algo distinto, en parte, en el entorno espacio temporal de la época en que fue escrito), recordé ese poema atemporal de este padre de los derviches, cuya poesía es erótica porque sólo así se puede acceder a Dios, y volví a recordar que ya se me había ocurrido una trama para una novela futurista: una pareja de amantes, fuera de su refugio la catástrofe cósmica (¿qué otra cosa puede ser el Cambio Climático sino una catástrofe para el Cosmos humano?), el miedo, podrían estar escuchando la radio que anuncia el aumento gradual de la temperatura, pero sobre todo, el fugaz conocimiento de la conciencia a través del sexo, el saber que antes ya otros cursaron por las mismas vías y la tan utilizada sensación de vacío post coital, agravada por saber que fuera, "todo se quema y perece"...

Fuera, la noche helada del desierto.

La otra noche, en el interior, se caldea y se ilumina.

Deja que el paisaje se cubra de una costra espinosa,

aquí tenemos un jardín.

Continentes, ciudades y aldeas

se chamuscan y todo se convierte en una bola tiznada.

Las noticias que escuchamos pronostican un futuro doloroso

pero aquí dentro la verdadera novedad es que no hay novedad.

(Arriba, Jalaludin Rumi, best seller tras 8 siglos de mística belleza y una fotografía del mundo en el borde de la catátrofe...)

LA METRÓPOLIS ETERNA

Siempre he tenido dudas a la hora de elegir la mejor cinta de Ciencia Ficción de todos los tiempos. Tarea, tal vez, inútil pues ni he visto todas las cintas de C. F. ni es necesario. Tampoco me dejo llevar por las listas que de vez en cuando se publican en diversos medios y que atienden a consideraciones más o menos particulares, cuando no, de plano egoístas. En todo caso, como se trata de una elección personal siempre tengo seis cintas en mente:

Viaje a la Luna de George Méliès (1902)

Metrópolis de Fritz Lang (1927)

Lo que Vendrá de Cameron Menzies (1936)

2001, Odisea del Espacio de Kubrick (1968)

Solaris de Andréi Tarkovsky (1972)

Blade Runner de Ridley Scott (1982)

El primero es un dulce cortometraje en el cuál el pionero Méliès inventa (y a través de otros cortos) lo que hoy denominamos efectos especiales en función de la trama. Y las otras cintas, como Metrópolis o Lo que Vendrá (con guión y supervisión nada menos que de H. G. Wells) son, en realidad, épicas futuras, gigantescas, que aportaron al cine más de lo que por lo general se admite. De Solaris... bueno, es la única obra de arte del género. 2001 es, como dijera antes que yo algún crítico, una especie de prodigio similar al Acorazado Potemkin de Eisenstein y Blade Runner... ¿qué decir de este violento poema todo refulgencias heavy metaleras con varios toques del género negro?

Pero, a pesar de mis alabanzas me quedo siempre poniendo sólo dos encabezando la lista: Metrópolis y Blade Runner. Y, a la hora de elegir cuál es mejor es cuando topo con pared. Entonces aparece el respeto por los viejos clásicos y recuerdo que Blade Runner debe mucho, sobre todo en su imaginería visual de edificios extraordinarios (el diseño de producción), a Metrópolis y agacho la cabeza en una reverencia. Esta fábula maravillosa, en palabras de Ilán Stavans, sería la única cinta de la historia del cine, digna de ser rescatada en caso de escapar a una isla. Luego recuerdo que, junto a Los Olvidados (Luis Buñuel, 1950), es una película que forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad según la UNESCO y no me queda más que aceptar por una vez tal elección (de ambas cintas). No es para menos: el conflicto entre las generaciones, entre la ciencia y la religión, entre pobres y ricos, el deslumbramiento por la teconología y la caída del hombre, todo está ahí, mezclado con buen gótico y expresionismo alemán (¿un robot perfecto, del cual Goerge Lucas copió su C3PO, quemado en una hoguera?, ¡Sí, extraordinario, único!) para entregarnos una historia tan válida hoy como en el momento de su desastroso estreno...

EL DIVINO RACISMO

Fue un amigo, Moroni Díaz, quien me hizo ver la "extraña" apariencia del primer indio canonizado por la Iglesia Católica (Juan Diego, en 2002, uno de los tantos nuevos santos que se deben a Juan Pablo II). Los días pasaron y, una tarde, este amigo curioso llegó a anunciarme que había resuelto el "enigma" Juan Diego: su icono se parece, irónicamente, al retrato del conquistador español Hernán Cortés, me dijo.

Aunque nadie sabe cómo era fisícamente (y aún no goza de tantos fieles), no podemos sino dudar de sus "barbas" y su beatífico rostro europeizado... sí, es probable que el racismo ha llegado ya a la santidad...

POR AMOR O POR DESEO

Me pareció interesante el "tráiler" que pasaba en el canal cultural de México y sólo por eso accedí a ver esta cinta de título meloso. Es una pelicula del coreano Kim Ki-Duk que data del año 2004. Las primeras secuencias son cursilonas, la tan trillada historia de la chica (en este caso dos niñas, una que se prostituye, la otra cobra) que se prostituye por dinero para satisfacer un deseo material: viajar. Escenas en un baño público dónde ambas se lavan los cuerpos desnudos y meditan sobre lo que hacen. Hay mucho de lesbianismo sutil y cierta belleza. Una de ellas (la que cobra) opina que aquello es sucio, trágico (¿celos lésbicos sobre la otra muchachita?). La otra opina (no, no es canción de Mecano) que los clientes son buenos y termina involucrándose demasiado con ellos. Le va más que la intimidad física. Pero, más allá de la mitad de la cinta, pasando el cursilón suicidio de la chica puta (la policía le sorprende en un motel y le piden que no salte de la ventana), la cinta despega, y de qué manera, cuando esta muere y la que cobra inicia una obra de redención usando la libreta de direcciones de la amiga muerta y acostándose con los clientes de ella para, en la postración post coital, devolverles el dinero. Entonces el padre investigador de esta chica le ve a través de la ventana de enfrente (mientras atiende a otra mujer, al parecer prostituta también, asesinada en la cama, lo cual nos confunde, llevándonos dónde el director quiere: a creer que es la niña a quien han matado), en la cama con un tipo que podría ser él mismo, por la edad. A la vez, el padre iniciará una cruzada de persecución y acoso a los clientes de la hija, sin hablar nunca con esta, lo que parece darle una dolorosa y lejana satisfacción ¿sexual?... Cinta intereresante que cojea a veces, pésimo final, maravillosas ideas... Hay que verla después de todo.